The Hunger Games: Catching Fire de Francis Lawrence (2013)

Conseguir una franquicia de éxito es uno de los principales objetivos para cualquier productora de Hollywood al día de hoy. Con ejemplos tan paradigmáticos ya como son las sagas de Harry Potter o Crepúsculo, en los últimos años no ha quedado serie de libros dedicada a niños-adolescentes-jóvenes que no fuera objeto de estudio de una adaptación. Y es un tema delicado, porque por cada ejemplo exitoso como los anteriormente mencionados, existe un Percy Jackson (quien a pesar del flojo resultado en taquilla consiguió una segunda parte, actualmente en cartel), una Brújula Dorada, un La Huésped. Es muy difícil poder estimar cuáles son los elementos específicos y fundamentales para que la saga en cuestión logre ser un éxito. El alto nivel literario de la fuente original y las estupendas adaptaciones lo justificaban en Harry Potter, pero nada de esto existía en la saga Crepúsculo y sin embargo, el éxito fue similar.

La saga "Los Juegos del Hambre" de la escritora Suzanne Collins se compone por tres volúmenes. El primer libro, que le da nombre a la serie, "En Llamas" y "Sinsajo" (que será dividido en dos películas). La primera adaptación data del 2012 y fue dirigida por Gary Ross. "Los Juegos del Hambre" imagina una distopía donde un país (Panem) está dividido en 12 distritos que viven bajo la sombra de un malvado Capitolio, quien los controla mediante los juegos del título: una competencia a muerte entre 24 representantes de todas las regiones. Dado el carácter adolescente o casi de los participantes y el ambiente cerrado donde se realizaba la competencia, no tardaron en hacerse oír las voces que tildaban a "Los Juegos del Hambre" de plagio de "Batlle Royale" libro-manga-serie de películas japonesas en las que pasa más o menos lo mismo y datan de unos 10 años antes de la creación de Collins. Si bien los fans de la saga que aquí nos ocupa defendieron su amada obra- indicando en todo caso que la adaptación cinematográfica de Ross dejaba afuera muchísimas cosas que significaban verdaderas diferencias con "Batlle Royale"- el parecido era innegable, amén de ser "Los Juegos del Hambre" una película flojísima, carente por completo de emoción, plagada de lugares comunes, obviedades, actuaciones muy flojas de todo el elenco y una estética estridente. A las claras, su secuela prometía muy poco.

Pero por suerte, a veces Hollywood te da sorpresas. "En Llamas" plantea desde el principio su conflicto desde una óptica completamente distinta. La distopía es el argumento en este caso y el malvado Capitolio que explota a los distritos, el meollo de todo el asunto. Esta segunda entrega encuentra a Katniss Evergreen (Jennifer Lawrence) y Peeta Mellark (Josh Hutcherson), ganadores de la edición anterior de los juegos, en su gira de victoria (que no es más ni menos que presentarse en los distritos dónde sus representantes murieron). Evidentemente, es una situación triste e incómoda, pero además se torna peligrosa ya que el acto de rebeldía de la pareja (negarse a matar el uno al otro) ha despertado una chispa de rebeldía que crece poquito a poco con aires de revolución. Toda la primera hora de "En Llamas" es, por lejos, lo mejor del filme. La tensión presente, la violencia creciente, los conflictos que van estallando, sorprenden por su intensidad y su emotividad. Es curioso- y habla muy bien de este filme en particular- que uno se siente interesado por los conflictos de unos personajes que habían resultado completamente indiferentes en su primera entrega.

Esto se debe a tres factores. El primero de ellos, la dirección de Francis Lawrence. Lejos, muy lejos, de ser un autor, Lawrence es cualquier cosa menos garantía de calidad. Sí sus ejemplos más ilustres son cosas como "Constantine" (2005) o "Soy Leyenda" (2007) mal podía uno entusiasmarse al saber que era él el encargado de dirigir esta segunda parte. Y sin embargo, Lawrence imprime brío y determinación a todo aquello que está comandando. Se las ingenia que no falta nunca acción- probablemente la película sufra un bajón cuando nuevamente se vean sus protagonistas involucrados en los juegos en cuestión, pero incluso allí Lawrence logra lo que Ross nunca logró: que los juegos sean entretenidos- y logra que los 160 minutos que dura "En Llamas" no se sientan pesados nunca. El segundo factor es el elenco. Con la notable excepción de Lenny Kravitz- que da lo mismo tener allí una pared de espuma plast- todos, absolutamente todos, están convencidos y entregados en sus roles, incluso aquellos que en la primera parte no lo estaban. Lawrence (la actriz, en este caso), Hutcherson, Woody Harrelson, el siniestro villano que hace de taquito Donald Sutherland y las nuevas inclusiones de Sam Claflin y Jena Malone, todos se meten bajo la piel de sus personajes. Y el tercer factor es el mismo argumento. Ya sea la adaptación en cuestión o que el segundo libro de Collins es mejor, la historia es mucho más interesante, variada, animada incluso si no está contando nada nuevo o rupturista. Es una buena historia de ciencia ficción y acción.

Por supuesto, hay metraje y metraje dedicado pura y exclusivamente a los romances adolescentes (que despertaron no pocos suspiros, literales, en la platea que llenó la sala en su función de estreno) y lugares comunes de cualquier película hollywoodense actual- como que sus secundarios mueren instantes después de haber cumplido su función- pero con estas bazas y todo, "En Llamas" cumple el que sin dudas es su principal objetivo. Entretener y dejar un interés presente para las entregas venideras. 3.

Puntajes:

Federico: 3

Fito: 3

Gastón: 2

Martín:

Rodrigo: 1

Promedio Tripartito: 2.25

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